¿ESTAMOS LOCOS?

Resumen de la situación, día festivo en Cataluña, 11 de la mañana, lloviendo y 8º. Solo, haciendo series en pista, cortitas para coger chispa de cara al miércoles que viene. La verdad que hoy no me tocaban series pero ayer pocas ganas tenía de esforzarme así que me limite a hacer trote cochinero y a dejar pasar las canciones del ipod.

El caso es que lo que podía haber sido una bonita mañana en familia levantándome a las tantas. Se convirtió en una batalla personal. La verdad que debido a los 3 días tan intensos que viví de trabajo (8 clases de spinning) tengo las piernas bastante cargadas pero necesitaba hacer series, necesitaba ver los registros del cronometro para saber que me puedo encontrar en Madrid.

Después de ver que mis piernas no van tan mal, en las series de 200 ha empezado a llover con un poquito de fuerza, el tartan no absorbía lo suficiente así que los charcos empezaban a crecer en tamaño y en profundidad y yo dando vueltas al ovalo pensando que tanto deporte me ha trastocado, con la que estaba cayendo y yo corriendo pero sin intención de resguardarme. Cada charco que pisaba pensaba que estoy loco, que el riego no me llega al cerebro… Pero ya cuando terminaba y volvía para darme una ducha he visto numerosas personas corriendo debajo la lluvia. ¿Qué nos impulsa a salir a correr sabiendo que terminaremos empapados? La verdad que no tengo ni idea, endorfinas quizás? Puede, pero en días como hoy donde gran parte de los factores se ponen en tu contra y terminas saliéndote con la tuya hacen que me sienta grande. Ahí es donde se forja la dureza mental del corredor de fondo. 

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