Casi 10 días después de terminar mi 3era participación en Kona, de haber llegado a casa y haber digerido el largo día, he encontrado un momento para mirar de plasmar lo que me pasó aquel día. La verdad que no se aún bien lo que pasó pero lo que si tengo muy claro es que no tuve un buen día y que las condiciones de ese día hicieron que el día solo fuera a peor. Como ya dije, llegaba a Hawaii sin poder hacer la puesta a punto que me hubiera gustado por culpa de la luxación de la clavícula. Aun así creo que llegaba con entreno suficiente para hacer un papel decente y creía que después del buen año que había tenido, podría ser capaz de mejorar mi marca de 9:45 que hice en Hawaii en 2011.
El día empezó bien, sabiendo que mi entreno de natación era justo para terminar los 3800m. Salí del agua en 1:01, un buen tiempo dado que este año la corriente hizo que fuera más lenta que las otras 2 veces que he participado. En la T1 me lo tomé con calma, me puse los calcetines, me até bien las zapatillas y me acabé de poner bien el mono.
Tenía claro que quiera ir cómodo en la bici para que cuando empezara a endurecerse la prueba no tuviera que estar pensando si algo me molestaba. Empecé a pedalear y con la adrenalina me encontraba bien, deje atrás el bucle de Kuakini y empece en la Queen K, allí era el punto para empezar a estabilizarse y a coger el ritmo objetivo. En seguida me puse a mis Wattios y aunque no iba del todo cómodo estos iban saliendo y pensé que ya me iría entonando. Mi idea era ser conservador, yendo por debajo de lo que creía que podía hacer para así guardar suficiente para correr. Hasta bien entrada la subida a Hawi, el viento era favorable y aunque no miraba velocidad por los puntos km’s y el tiempo que llevaba seguía en la tónica de lo planeado aunque las sensaciones no iban mejorando y sobre todo estaba sudando mucho.
Llegados casi a Hawi, el viento cambio a ser de cara y el calor paso a ser fresco y lluvia, cosa que en parte agradecí. En el punto de giro iba en el tiempo que buscaba y pensé que aun podría salvar la bici a pesar de no acabar de encontrarme bien ya que en teoría el viento a la vuelta tenia que ser cruzado o ligeramente favorable según las predicciones de los días previos. Pero no fue así. El viento a la vuelta fue cruzado y frontal y aunque no era de los peores días junto con el calor hicieron que los últimos 60km fueran un calvario y que de tener previsto hacer una bici en 5:05/5:10 la hiciera en más de 5:20.
Aquí fue realmente dónde empezó a ir todo de mal en peor ya que las sensaciones eran cada vez peores, llegando a tener la sensación de que todo el entreno hecho había desaparecido y de que no sería ni capaz de llegar. Los watios cada vez eran más bajos y tenia la sensación de ir clavado. Seguramente por ir deshidratado ya que con todo lo que sudé, aunque intenté beber mucho no llegué a recuperar lo perdido. Aparte, los bidones con los carbohidratos que llevaba estaban muy calientes haciendo especialmente desagradable alimentarme como tenía previsto.
Llegué a la T2 que casi no podía ni ponerme erguido, pensando que intentaría correr lo máximo para intentar andar lo mínimo, pero ya me veía haciendo una caminata de más de 40km. En la T2 me cambié los calcetines ya que los otros estaban ya empapados, me refresqué un poco me bebí 4 o 5 vasos de agua y empecé a trotar. Empecé a un ritmo bastante digno de 4:45 teniendo en cuenta las condiciones pero ese ritmo me duraba poco, el calor al principio era sofocante y el ritmo iba en declive obligándome a andar hasta llegar al avituallamiento, refrescarme y volver a arrancar, así fueron los primeros 16km donde pude coincidir un rato con Marc Martinez que iba mucho mejor que yo y que pudo ir tirando a su ritmo. El calor me mataba e incluso un par de veces me salí del circuito para darme un remojon en las duchas de la playa que hay al lado de Ali’i Drive.
Una vez en la Queen K para afrontar los últimos 25km el cielo se tapo y el calor bajó un poco. Después de ver sufrir a Sarah allí sola decidí intentar caminar lo mínimo posible así que intenté centrarme en contar conos, trotaba 3 conos y andaba 1. El ir contando me ayudaba a olvidarme del sufrimiento y poder ir tirando a un ritmo algo mejor del que llevaba andando. Allí coincidí con una chica de Madrid con la que intenté ir todo lo que pude hasta que me descolgué porque no la podía seguir, también coincidí con Ain-Alar Juhanson (ganador 2 veces de IM Lanzarote) que también estaba andando por allí y finalmente encontré a Guillermo Lladó con el que compartí los últimos 12 Kms y que el uno por el otro nos íbamos estirando y haciendo que la odisea fuera algo más corta y que el sufrimiento se quedara en algo menos de 11:30. Fue un día muy largo, dónde la idea de retirarme me pasó mil veces por la cabeza pero por respeto a la gente que me apoyaba desde casa y por respeto a mi familia y a mi mujer por el gran esfuerzo que ha supuesto llegar hasta aquí decidí hacer penitencia y acabar tardase lo que tardase. En aquellos momentos y aún ahora sigo pensando que tiene que pasar muchas cosas para que vuelva a correr el IM de Kona.
No digo que nunca vaya a volver, pero ahora mismo soy muy consciente que es una carrera que no se me da bien. Son muchos los factores que influyen en el rendimiento de los atletas allí, pero realmente creo que nunca podré llegar a dar mi 100% y que después de 3 veces haciendo cada vez peor, la 4rta vez solo volverá a ser cuando tenga 110% seguro que puedo tener una buena carrera allí o cuando vuelva a tener ganas de sufrir en ese infierno. Hoy por hoy creo que hay muchas más carreras dónde puedo hacerlo mejor y que económicamente no me dejaran tan tieso. Hawaii es un paraíso y poder correr en Hawaii un sueño que poca gente logra, me siento afortunado haber ido 3 veces con tan solo 29 años pero a día de hoy creo que es momento de hacer un punto y aparte y escoger la carreras con la cabeza y no con el corazón. Aunque mi trabajo está muy ligado a triatlón sin ser atleta profesional, este no deja de ser un hobby y mientras nadaba, pedaleaba o andaba en Kona, me repetía 1000 veces que no era esta la forma de disfrutar de mi pasión.
Cierro un año que pese a esta última carrera amarga el resto ha sido genial, he disfrutado mucho entrenando y he podido cumplir mi objetivo de bajar de 9h así que solo puedo estar contento y orgulloso de este 2015 y de los apoyos y colaboradores que he tenido. Son 3 años contando con la ayuda de Omegafort & Protextreme, toda la gente de Ferrer y de New Roman que están detrás y que son en gran parte los que con su apoyo han hecho que me exigiera para estar a la altura de la confianza que han depositado en mi. A 2xu, Gu, Chimpanzee, Rudy Project y 3rifitting por su ayuda incondicional y al Trienjoy Team por los ánimos y el apoyo durante todo el año.